sábado, 17 de diciembre de 2011

¿Cómo entender al alumno de Primaria?


Ser capaz de comunicarse con los alumnos es quizá una de las habilidades más importantes que debemos tener los profesores. Si los alumnos saben que pueden compartir con nosotros sus preocupaciones, se sienten valorados y estimulados. Os dejo algunas sugerencias:

1.- Los alumnos necesitan ser escuchados, mucho más de lo que nos imaginamos. Lo normal es que cuenten cosas de todo tipo. Y para ello hay que dedicar tiempo. Un buen momento es la hora de tutoría, dejándoles contar lo que les interese.
2.- Aunque nos parezcan temas intrascendentes, para nuestros alumnos tienen mucha importancia y todos nuestros gestos han de mostrar que nos interesa lo que dicen. Por ejemplo, hemos de esforzarnos en mirarles a los ojos cuando nos estén contando lo que les preocupa.
3.- Hay que saber discernir. Un rostro preocupado del alumno ha de suponer mayores dosis de cariño y comprensión. Quizá no sea el momento para avivar el fuego con precisiones sobre su comportamiento y responsabilidades.
4. Saber escuchar no es una actividad pasiva. Por extraño que pueda parecer, saber escuchar es una actividad activa que supone un esfuerzo de concentración. El primer paso es estar realmente disponibles y que nuestros alumnos se den cuenta de que realmente es así. Si no podemos prestar toda nuestra atención cuando entran en nuestro despacho o departamento, es mejor decir al alumno: “En este momento estoy ocupado. ¿Podemos hablar en cinco minutos?” que escucharle a medias. Al menos así comprenderá que nos interesamos por lo que tiene que decir y que estamos deseando dedicarle parte de nuestro tiempo.
5.- Una vez que nuestro tutelado sabe que tenemos tiempo para escucharle, se mostrará más inclinado a compartir sus inquietudes. Ahora llega el siguiente paso: escuchar reflexivamente. No sólo se trata de comprender lo que nos quiere decir, sino saber descubrir las emociones latentes que nos transmite. Reconocerlas es una habilidad esencial, en especial con alumnos de Primaria, a quienes les resulta difícil expresar sus propias emociones.
6.- Los tutores o profesores de Primaria debemos darnos cuenta de que un alumno o alumna de 7 a 12 años, por pequeños e infantiles que puedan parecernos, guardan en su intimidad pensamientos, inquietudes, sentimientos que en absoluto son –al menos, ellos no lo consideran –, cosas triviales o insignificantes. Y si no lo son para ellos, no deben serlo tampoco para quienes puedan escuchar sus confidencias: no puede olvidarse que es una persona que está haciendo partícipe de su intimidad a otra, y eso es siempre una cosa seria.te para mí como lo es para ti.

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