domingo, 4 de marzo de 2012

Educación del consumidor.




Educación del consumidor
En nuestro país tres de cada diez estudiantes están en situación de riesgo debido a una alimentación incorrecta y creemos que la escuela es uno de los lugares más adecuados para comenzar a solucionar el problema.  
El docente, con la ayuda de los padres, debe fomentar la reflexión sobre esta situación y ofrecerles a los niños y a las niñas la mayor cantidad de información posible para que aprendan a seleccionar los alimentos que consumen y practiquen hábitos alimenticios que promocionen una vida saludable.
Vivimos en una sociedad de consumo que marca, de alguna forma, nuestro estilo de vida. Todo aquello que consumimos construye la identidad de lo que somos. ¡Somos lo que compramos y cómo lo compramos! Existen una gran cantidad de productos a nuestro alcance para satisfacer nuestras necesidades.  Un consumidor responsable será capaz de filtrar los mensajes de las publicidades, la influencia de la industria y el modo en que todo ello influye en nuestras vidas. Todo ciudadano necesita información, educación y concienciación como consumidores.
La educación para el consumo es uno de los ejes transversales obligatorios que los centros educativos de nuestro país deben trabajar, de forma complementaria, en las diferentes áreas curriculares.
Tiene como propósito la adquisición de algunas de las competencias básicas en el ámbito alimenticio.
·         Fomentar una actitud crítica hacia consumo.
·         Aprender a planificar el uso eficaz del dinero.
·         Conocer sus derechos y deberes como consumidores.
La educación del consumidor es uno de los objetivos declarados por la Unión Europea para que la evolución del espacio común se desarrolle en un área económica sostenible y próspera. Esta educación se integra en el currículum con carácter transversal, para que los niños y niñas frente a una necesidad o deseo, puedan decidir qué consumir, cómo y porqué.

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